
El tiempo de la espera llegó, y fue así como el pasado 28 de febrero del presente año, el Seminario Diocesano de Guadalajara se reunió, como es costumbre, en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe en la colonia Constitución en Guadalajara. Se comenzó con la celebración eucarística en punto de las 7 horas presidiendo el Señor Obispo auxiliar de Guadalajara, Don José Leopoldo González.
Habiendo concluido la parte central de nuestro día, los fieles de esa parroquia ofrecen el desayuno a la vez con la participación de un grupo musical que ambienta el momento y da la oportunidad de convivir con los compañeros de las diferentes etapas de formación del Seminario. Y continuando con ese ambiente de convivencia, se asiste enseguida, caminando al deportivo Morelos.
Al rededor de las 9:30 horas empieza a vislumbrarse el talento creativo de los diferentes grupos del Seminario con la presentación de la porra iniciando con el grupo de 4° de Teología y de forma descendente y que, como es costumbre, se presenta algún tema principal, en éste año se tuvo a bien, tener en cuenta los 150 aniversario de la Fundación de Guadalajara como Arquidiócesis y el actual beato Juan Pablo II, por si fuera poco, el Seminario Auxiliar Ahualulco de Mercado, dedicó un espacio en homenaje al Presbítero Ismael Rosales Jiménez quien fue espiritual en éste Seminario.
Terminada la presentación de las porras, se hace la presencia de la patada oficial para que de ésta manera, se de inicio, al Torneo anual. Hay dos categorías, la primera en donde hay la participación de los seminaristas mayores y la segunda categoría de los menores.
Pero centraremos nuestra atención al Seminario Auxiliar Ahualulco de Mercado, que en su primer partido tuvo el enfrentamiento con el Seminario Auxiliar de Totatiche, quedando el marcador en empate de cero goles. Enseguida en un partido ocasional que provocó el pase a semifinales, y dejando marcado con un marcador final de 8 - 1 contra el Seminario Auxiliar de La Barca, quienes en un momento mencionaron que no tenían jugadores y que en su mayoría nunca habían tocado un balón hasta ese momento; pero para Ahualulco fue un júbilo.
Habiendo tenido la participación en dos juegos, es momento de asistir a reponer las fuerzas mediante los sagrados alimentos y el descanso propicio. Como también es costumbre, la parroquia de San José de Gracia, proporciona los alimentos en esa tarde deportiva, acompañado de una deliciosa nieve.
Al ser momento de convivencia, es momento en que los formadores y alumnos del Seminario comparten algunas experiencias de la media jornada deportiva, algunos otros platican sobre sus experiencias pastorales o grupales, debido a la asistencia de la gran cantidad de seminaristas. En su momento oportuno, los maestros de ceremonias toman los micrófonos para halagar un poco a los que se premiarán en primer, segundo y tercer lugar en dos concursos: la porra deportiva y los uniformes de cada grupo. Entre las menciones, se presentan algunos grupos musicales del Seminario; Rondalla, Mariachi, Banda (no de guerra), que en éste año fue la oportunidad para el Seminario Menor de presentar el Mariachi.
Considerando el tiempo que es corto y la presión del día, llega el momento de asistir a la segunda parte deportiva. Ahualulco, ahora le toca enfrentarse con un adversario, que en el torneo de Inter-seminarios, se veía fuerte, sin embargo sirvió esa derrota para analizar algunos puntos frágiles de nuestro equipo, corregirlos y fortalecerlos, y éste equipo es el de Sem-Fam sección "A". Pero la unidad del Seminario de Ahualulco, se vio fortalecida y es así como nuestros jugadores se vieron motivados por la porra, tomando un marcador final de 5-1, en un juego que se veía reñido. Esto fue ocasión para dar un paso adelante y estar presente en la gran final, donde se vería la suerte comprometida al igual que hace un año contra el campeón de ese entonces el Seminario Auxiliar de Totatiche, el cual se volvió a enfrentar.
Los ánimos, pero especialmente las fuerzas físicas se veían ya borrosas, debido al transcurso del día. En el primer tiempo, Totatiche anota su primer gol; las porras de nuestro equipo se daban por vencidos, pero no era ocasión para seguir animando con menos voz a Ahualulco. En el medio tiempo, se les hace saber a los muchachos cuáles son los dos motivos por el que están en esa cancha: el primero el GANAR y el segundo y no menos importante HOMENAJEAR AL PADRE ISMAEL, recordando que hace un año estaba con el equipo apoyándolos y ahora desde el cielo viendo esa final nuevamente discutida con el mismo equipo que hizo que Ahualulco quedará en segundo lugar.
Los jugadores gritan, sonando en una sola voz hacía el mismo equipo, pero sobre todo hacía Miyagui. El segundo tiempo da inicio, la porra de Totatiche se escucha más fuerte por tener en cuenta que son más alumnos que tiene la institución y sobre todo porque ya ven ellos el triunfo de nueva cuenta. La resistencia parece ser que esta a favor de Ahualulco, pues los calambres empiezan ya a afectar al equipo contrario y eso da ocasión a que nuestro equipo ataque con mayor ocasión al adversario, de ésta manera es como en los minutos finales del segundo tiempo va el gol de empate. Los ánimos se volvieron a prender en los seminaristas de Ahualulco, que a pesar de ser pocos era más fuerte la emoción, y las esperanzas se veían ya agotadas. De esta manera el arbitro marca en escasos minutos posteriores al empate, el fin del partido, por lo que se requiere que haya un sólo campeón, un primer lugar. Ve conveniente que para que se tenga un triunfo se asista a los penales. Al darse cuenta que se tendrán penales es cuando la emoción, adrenalina se prende aún más. En los primeros cinco penales uno de los jugadores de Totatiche la falla, teniendo la oportunidad de ganar Ahualulco con un gol, sin embargo los nervios en uno de los jugadores hizó que también la fallará. Este juego parece una película de suspenso, en donde se discute un campeonato. Algunos muchachos ven que la oportunidad se ve truncada, otros ven una esperanza, pero para el entrenador, el Profesor de Matemáticas Emmanuel Sigala, ve una oportunidad grandiosa para demostrar que Ahualulco quedará campeón y no hay rival que pueda vencer a sus tácticas deportivas.
El tiempo marca que se acerca el momento de que se entregaran los trofeos a los ganadores, mientras también se discute un campeonato donde los del Curso Introductorio de Tapalpa quedarán campeones. El sol empieza a ocultarse dando a entender que se acaba el día y mientras tanto los jugadores menores discuten en muerte súbita quien será el ganador. Las porra de Totatiche empieza armar un alboroto, a contradecir a Ahualulco cada vez que uno de ellos va a anotar, mientras que los nuestros permanecen en un silencio emotivo, quizá algunos rezando, otros viendo a dónde irá el balón, algunos toman su playera de la porra en donde la imagen de Miyagui se esta presente. Y el momento llega cuando de nueva cuenta Totatiche falla un penal, es de esta manera cuando algunos empiezan a gritar de alegría y de estar de rodillas, se paran de un brinco y asisten a la portería, pero, momento, el arbitro no ha marcado que es el final, señala que hace falta uno de los jugadores de Ahualulco para marcar la decisión definitiva, todos regresan a sus lugares arrodillándose de nueva cuenta; quizá fue una mera escusa para distraer al equipo contrario. Juan Diego, que es uno de los jugadores de Ahualulco, se dispone para tomar el balón en sus manos, signarse y poner el empeño necesario para que sea anotado un gol. Ambas porras ahora están en silencio, un ambiente de tranquilidad se respira pareciendo que no hay nada alrededor de Diego, se dispone a unos metros de distancia del balón, el portero contrario parece que esta nervioso. Diego corre apuntando con el pie a donde marcará el gol, la velolcidad es fuerte, el portero lento y es de esta manera como se ve un glorioso gol. La alegría del Seminario Auxiliar de Ahualulco se prende en un solo instante, emociones encontradas se hacen presentes en es esa cancha, unos lloran, otros gritan, otros se abrazan, en fin es un júbilo enorme.
Se pide que se abandone la cancha pues se ha pasado del horario habitual, ambos rivales antes de retirarse, se toman de la mano y se felicitan uno al otro por el buen juego que han demostrado. La foto oficial de triunfo es tomada y es de ésta manera que se asiste a la cancha número tres donde se entregaran los debidos premios a los campeones de ambas categorías. Tapalpa grita de emoción, en un primer momento pues se les entrega a ellos su trofeo, enseguida cuando hacen una seña de que pase la segunda categoría, Ahualulco pasa brincando como "conejos", se pide que por un momento guarden postura para hacer la premiación. Apenas es entregado el trofeo, los seminaristas se lo llevan a un costado de la portería y se amontonan en torno al Trofeo. Se les vuelve a insistir que regresen para que se les entregue ahora la medalla conmemorativa del Torneo Deportivo "Santo Tomás 2014". Los flashes de las cámaras se hacen presentes, viendo la locura de los seminaristas ante el triunfo. Es momento de partir de nueva cuenta a casa y en el camino hacia el camión se hace gritos de alegría: "Ole, ole, ole ole, campeón, campeón", "Triqui, tri, tri, ¡ah! Miyagui, Miyagui, ra, ra, ra", entre otros más.
Es así como Ahualulco de Mercado, vuelve a estar de gloria, luego de que hace nueve años, en el 2005, se vió por primera vez campeón contra el Sem-Fam y ahora da a conocer que puede quedar de nueva cuenta en primer lugar, a pesar de que el año anterior quedó en segundo lugar.
Todo este triunfo se ve agradecido por la intercesión del Padre Ismael Rosales Jiménez, a quien se le homenajeo por parte del Seminario de Ahualulco y también por verse la unidad del Seminario en cada uno de sus integrantes.
NOTA. Ese día, mientras todo el Seminario estaba reunido en el deportivo Morelos, en Ahualulco se tenía la Vigilia de Espigas, una celebración que se piensa tener continuidad por un largo tiempo a favor de orar por las vocaciones al servicio de Dios.
Pero centraremos nuestra atención al Seminario Auxiliar Ahualulco de Mercado, que en su primer partido tuvo el enfrentamiento con el Seminario Auxiliar de Totatiche, quedando el marcador en empate de cero goles. Enseguida en un partido ocasional que provocó el pase a semifinales, y dejando marcado con un marcador final de 8 - 1 contra el Seminario Auxiliar de La Barca, quienes en un momento mencionaron que no tenían jugadores y que en su mayoría nunca habían tocado un balón hasta ese momento; pero para Ahualulco fue un júbilo.
Habiendo tenido la participación en dos juegos, es momento de asistir a reponer las fuerzas mediante los sagrados alimentos y el descanso propicio. Como también es costumbre, la parroquia de San José de Gracia, proporciona los alimentos en esa tarde deportiva, acompañado de una deliciosa nieve.
Al ser momento de convivencia, es momento en que los formadores y alumnos del Seminario comparten algunas experiencias de la media jornada deportiva, algunos otros platican sobre sus experiencias pastorales o grupales, debido a la asistencia de la gran cantidad de seminaristas. En su momento oportuno, los maestros de ceremonias toman los micrófonos para halagar un poco a los que se premiarán en primer, segundo y tercer lugar en dos concursos: la porra deportiva y los uniformes de cada grupo. Entre las menciones, se presentan algunos grupos musicales del Seminario; Rondalla, Mariachi, Banda (no de guerra), que en éste año fue la oportunidad para el Seminario Menor de presentar el Mariachi.
Considerando el tiempo que es corto y la presión del día, llega el momento de asistir a la segunda parte deportiva. Ahualulco, ahora le toca enfrentarse con un adversario, que en el torneo de Inter-seminarios, se veía fuerte, sin embargo sirvió esa derrota para analizar algunos puntos frágiles de nuestro equipo, corregirlos y fortalecerlos, y éste equipo es el de Sem-Fam sección "A". Pero la unidad del Seminario de Ahualulco, se vio fortalecida y es así como nuestros jugadores se vieron motivados por la porra, tomando un marcador final de 5-1, en un juego que se veía reñido. Esto fue ocasión para dar un paso adelante y estar presente en la gran final, donde se vería la suerte comprometida al igual que hace un año contra el campeón de ese entonces el Seminario Auxiliar de Totatiche, el cual se volvió a enfrentar.
Los ánimos, pero especialmente las fuerzas físicas se veían ya borrosas, debido al transcurso del día. En el primer tiempo, Totatiche anota su primer gol; las porras de nuestro equipo se daban por vencidos, pero no era ocasión para seguir animando con menos voz a Ahualulco. En el medio tiempo, se les hace saber a los muchachos cuáles son los dos motivos por el que están en esa cancha: el primero el GANAR y el segundo y no menos importante HOMENAJEAR AL PADRE ISMAEL, recordando que hace un año estaba con el equipo apoyándolos y ahora desde el cielo viendo esa final nuevamente discutida con el mismo equipo que hizo que Ahualulco quedará en segundo lugar.
Los jugadores gritan, sonando en una sola voz hacía el mismo equipo, pero sobre todo hacía Miyagui. El segundo tiempo da inicio, la porra de Totatiche se escucha más fuerte por tener en cuenta que son más alumnos que tiene la institución y sobre todo porque ya ven ellos el triunfo de nueva cuenta. La resistencia parece ser que esta a favor de Ahualulco, pues los calambres empiezan ya a afectar al equipo contrario y eso da ocasión a que nuestro equipo ataque con mayor ocasión al adversario, de ésta manera es como en los minutos finales del segundo tiempo va el gol de empate. Los ánimos se volvieron a prender en los seminaristas de Ahualulco, que a pesar de ser pocos era más fuerte la emoción, y las esperanzas se veían ya agotadas. De esta manera el arbitro marca en escasos minutos posteriores al empate, el fin del partido, por lo que se requiere que haya un sólo campeón, un primer lugar. Ve conveniente que para que se tenga un triunfo se asista a los penales. Al darse cuenta que se tendrán penales es cuando la emoción, adrenalina se prende aún más. En los primeros cinco penales uno de los jugadores de Totatiche la falla, teniendo la oportunidad de ganar Ahualulco con un gol, sin embargo los nervios en uno de los jugadores hizó que también la fallará. Este juego parece una película de suspenso, en donde se discute un campeonato. Algunos muchachos ven que la oportunidad se ve truncada, otros ven una esperanza, pero para el entrenador, el Profesor de Matemáticas Emmanuel Sigala, ve una oportunidad grandiosa para demostrar que Ahualulco quedará campeón y no hay rival que pueda vencer a sus tácticas deportivas.
El tiempo marca que se acerca el momento de que se entregaran los trofeos a los ganadores, mientras también se discute un campeonato donde los del Curso Introductorio de Tapalpa quedarán campeones. El sol empieza a ocultarse dando a entender que se acaba el día y mientras tanto los jugadores menores discuten en muerte súbita quien será el ganador. Las porra de Totatiche empieza armar un alboroto, a contradecir a Ahualulco cada vez que uno de ellos va a anotar, mientras que los nuestros permanecen en un silencio emotivo, quizá algunos rezando, otros viendo a dónde irá el balón, algunos toman su playera de la porra en donde la imagen de Miyagui se esta presente. Y el momento llega cuando de nueva cuenta Totatiche falla un penal, es de esta manera cuando algunos empiezan a gritar de alegría y de estar de rodillas, se paran de un brinco y asisten a la portería, pero, momento, el arbitro no ha marcado que es el final, señala que hace falta uno de los jugadores de Ahualulco para marcar la decisión definitiva, todos regresan a sus lugares arrodillándose de nueva cuenta; quizá fue una mera escusa para distraer al equipo contrario. Juan Diego, que es uno de los jugadores de Ahualulco, se dispone para tomar el balón en sus manos, signarse y poner el empeño necesario para que sea anotado un gol. Ambas porras ahora están en silencio, un ambiente de tranquilidad se respira pareciendo que no hay nada alrededor de Diego, se dispone a unos metros de distancia del balón, el portero contrario parece que esta nervioso. Diego corre apuntando con el pie a donde marcará el gol, la velolcidad es fuerte, el portero lento y es de esta manera como se ve un glorioso gol. La alegría del Seminario Auxiliar de Ahualulco se prende en un solo instante, emociones encontradas se hacen presentes en es esa cancha, unos lloran, otros gritan, otros se abrazan, en fin es un júbilo enorme.
Se pide que se abandone la cancha pues se ha pasado del horario habitual, ambos rivales antes de retirarse, se toman de la mano y se felicitan uno al otro por el buen juego que han demostrado. La foto oficial de triunfo es tomada y es de ésta manera que se asiste a la cancha número tres donde se entregaran los debidos premios a los campeones de ambas categorías. Tapalpa grita de emoción, en un primer momento pues se les entrega a ellos su trofeo, enseguida cuando hacen una seña de que pase la segunda categoría, Ahualulco pasa brincando como "conejos", se pide que por un momento guarden postura para hacer la premiación. Apenas es entregado el trofeo, los seminaristas se lo llevan a un costado de la portería y se amontonan en torno al Trofeo. Se les vuelve a insistir que regresen para que se les entregue ahora la medalla conmemorativa del Torneo Deportivo "Santo Tomás 2014". Los flashes de las cámaras se hacen presentes, viendo la locura de los seminaristas ante el triunfo. Es momento de partir de nueva cuenta a casa y en el camino hacia el camión se hace gritos de alegría: "Ole, ole, ole ole, campeón, campeón", "Triqui, tri, tri, ¡ah! Miyagui, Miyagui, ra, ra, ra", entre otros más.
Es así como Ahualulco de Mercado, vuelve a estar de gloria, luego de que hace nueve años, en el 2005, se vió por primera vez campeón contra el Sem-Fam y ahora da a conocer que puede quedar de nueva cuenta en primer lugar, a pesar de que el año anterior quedó en segundo lugar.
Todo este triunfo se ve agradecido por la intercesión del Padre Ismael Rosales Jiménez, a quien se le homenajeo por parte del Seminario de Ahualulco y también por verse la unidad del Seminario en cada uno de sus integrantes.
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| Campeonato del Torneo Deportivo Santo Tomás 2014 del Seminario Auxiliar Ahualulco de Mercado |
NOTA. Ese día, mientras todo el Seminario estaba reunido en el deportivo Morelos, en Ahualulco se tenía la Vigilia de Espigas, una celebración que se piensa tener continuidad por un largo tiempo a favor de orar por las vocaciones al servicio de Dios.

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